viernes, 21 de agosto de 2009

Tener hermanos es una experiencia impresionante... la verdad es que nunca me he imaginado mi vida sin ellos, y tampoco me apetece pensar mucho en ello, me pone triste, porque no me lo imagino.
En mi casa somos tres hermanas (una gemela, la de la foto) y aunque viva lejos de Madrid y nos veamos muy poco, sólo necesitamos dos minutos de teléfono al día para saber qué nos ocurre con sólo oirnos... eso es el tesoro de poder compartir toda tu vida con otra persona además de tus padres.
Hemos estado casi cuatro días en el pueblo, ella ha disfrutado de Sara y yo he disfrutado viéndolas; la cara de Sara mezcla de "¿quién eres tú que me suenas?" y "mami!!!!!! ... ay no, que no hueles igual" y la cara de mi hermana quizá pensando que quiere tener tener ya uno o una.
La verdad es que la echo muchísimo de menos cuándo no está porque sólo con tenerla al lado, la vida se ve mucho más fácil... y como el amor no tiene tiempos, me emociona ver que ese amor cocinado a fuego lento durante 31 años sigue intacto.

domingo, 16 de agosto de 2009

martes, 11 de agosto de 2009

sola


Hace algunos años (bastantes por cierto), en una clase de inglés me preguntaron sobre aquello que me daría más temor... y mi respuesta fué "encontrarme sola".
Mañana hace una semana de trabajo de Jose, turno de tarde, se va a las dos y no vuelve hasta las once y media de la noche, y la mayoría de las tardes estoy sola con Sara. Y Sara cuándo duerme me deja más que tiempo libre para pensar y pensar. Y como no puedo hablar con nadie, me he dado cuenta que cuándo lo tengo que hacer me cuesta sacar las palabras y enlazarlas para tener una conversación. Se me olvida cómo hablar.
Y eso mismo pasa con mi fe, que cuánto más sóla estoy, más se me olvida cómo volver a encauzar el camino que tengo que andar.
Este camino de "soledad" espero que sea fructífero. Es una prueba de vida que a veces se me hace muy cuesta arriba.

sábado, 8 de agosto de 2009

ola

Hoy he ido a misa con Sara. A misa de ocho.
Lleva un día especialmente revuelto por horarios y yo que contaba con tres horas entre toma y toma, me lo ha cambiado todo. No quiere bibe, quiere teta, y temo que no tenga suficiente comida para sus dos meses. No suele comer mucho; no es una niña glotona... y hoy, gracias a ello, he podido ir a misa. Y la verdad es que entre que yo no quería molestar a nadie (estaba con su ristra de "ays ays ays ays" antes de dormirse), he conseguido atender a las lecturas, pero poco más; pero antes de finalizar la misa se ha quedado frita.
He saludado a antiguas vecinas, he tenido que escuchar por enésima vez "los niños de hoy en día qué espabilados que están", pero he tenido una pequeña señal, señal que Él me manda a través de mi hija y es que, sin hacer nada especial, grandioso, consigue llamar la atención de todo el mundo... y eso me gusta, porque Él, sin hacer grandes señales, ha conseguido captar mi atención.
Sara, me quiere como soy y por lo que le aporto, al igual que el Padre, y el sentimiento que me ha reportado el darme cuenta, me ha dado tal alegría que he sido inmensamente feliz...

miércoles, 5 de agosto de 2009

Otra oración

«Señor: Dame una buena digestión y naturalmente alguna cosa que digerir. Dame la salud del cuerpo con el buen humor necesario para mantenerla. Dame un alma sana, Señor, que tenga siempre ante los ojos lo que es bueno y puro, de manera que frente al pecado no me escandalice, sino que sepa encontrar la forma de ponerle remedio. Dame un alma que no conozca el aburrimiento, los refunfuños, los suspiros y los lamentos y no permitas que me tome demasiado en serio esa cosa tan invasora que se llama "yo". Dame el sentido del humorismo, dame el don de saber reír de un chiste, a fin de que sepa traer un poco de alegría a la vida y hacer partícipes a los otros. Amén». Tomás Moro (1478-1535).