miércoles, 30 de septiembre de 2009

Y la vida sigue...


Hoy he tenido en mis brazos a la hija de una compañera que nació ayer después de un largo parto y mediante cesárea; las dos luchando para sacar adelante lo que ya comenzó hace más de nueve meses, y sorprendentemente se me había olvidado lo frágiles que nacemos, tan pequeñitos, tan inocentes pero tan llenos de amor. Después de cuatro meses se me había olvidado cómo acunar a un recién nacido, como tomarle en brazos para que su cabecita no sufra, oler su piel a nuevo, a ilusión y a vida. Todo el mundo, por lo menos y durante un minuto, debería sentir esa sensación de vitalidad y novedad en la suya, tener a un bebé entre sus brazos, creo que así acabaríamos con muchas cosas feas en el mundo...

¿Alguien se podría resistir a esta mirada?

3 comentarios:

Noe dijo...

Indudablemente no, esa sonrisa cautiva ;)

Un abrazo de la "tía" Noe

Paula dijo...

Por favor, está preciosa! Qué mofletes! Cómo crecen!

Un abrazo

Analía dijo...

¡que bonita está!
No hay cosa más irresistible que la mirada de un hijo.

El tiempo pasa volando, viste? cuando te descuides ya vas a estar acompañandola a la escuela!!

Un abrazo ceci!