Vida

Vida. Efectivamente ésto ya está prácticamente hecho. Ahora comenzará lo bueno.

Sara está sana, muy sana, y hace sus deberes porque ya está colocada y encajada. Estoy ya de baja, no puedo estar mucho tiempo sentada en mi trabajo por una costilla que me está haciendo la vida imposible... pero a cambio de la inactividad laboral, he pasado al estado de ama de casa. Y de momento me gusta. Ya hemos lavado toda su ropita, ya está casi, casi, la habitación preparada aunque durante los primeros meses duerma con papá y mamá. Y tengo más tiempo para hablar con ella, para jugar con ella mientras se mueve, y para disfrutar con Jose el tiempo que nos queda de embarazo.

Gracias Pau, gracias Elena, por vuestros ánimos... vuestros sobrinos tienen y tendrán dos estrellitas a su lado para toda la vida.

Os dejo la primera foto de Sara. Para nosotros es preciosa.

Estoy cansada

Estoy muy cansada. Me faltan horas de sueño, Sara se mueve mucho y la espalda creo que no me va a aguantar.
No sé cómo sentarme la verdad... y todo ésto me impide concentrarme tanto en el trabajo como en el resto de actividades que hay en mi día a día... en fín, es el comienzo de esta gran etapa. Aunque un poco dolorosa.
Hacía tiempo que no entraba a leer la Palabra del día, y me ha sorprendido gratamente una frase que dice así: "Protégeme, que estoy sola y no tengo otro defensor fuera de ti, pues yo misma me he expuesto al peligro". Es de Ester (bonito nombre...) y por un momento la he hecho mía.
Claro que todo lo que tengo y lo que soy y lo que busco es en alguna medida resultado de mis decisiones y de mis actos... pero hay días que todo viene dado por otros cauces y no soy capaz de remar para no dejarme llevar por la corriente. Lo físico me empaña todo lo demás, y sigue siendo tiempo de espera.
Cuaresma.