Acaban de darme la noticia que tanto esperaba desde hace dos años. Y de tanto esperarla, y de tanta energía que le he puesto al tema ahora me entra el miedo escénico, junto con ciertos flecos con los que yo no esperaba.
Por eso he decidido salir a la calle, tenía que ir a comprar lotería y al pasar por la calle Agustín de Foxá he visto una iglesia, y he entrado, y he estado reflexionando, hablando con el Padre, sopesando los pros y los contras, tomándome mi tiempo. Y he decidido que cada día es una vida que hay que disfrutar en su momento, no ya el tiempo completo de lo que dura una vida, sino hoy, hoy como día único y distinto.
Sigo pensando que mis ángeles de la guarda, tanto en la tierra como en el cielo, me quieren bien, y bebé, que me ayuda a ver la vida con un optimismo que no es habitual, también.
Hay opciones para luchar por una oportunidad fuera incluso del ámbito en el que durante 10 años he estado trabajando, y voy a jugar mis cartas. Se lo debo a todos y sobretodo, a mi misma.
1 comentario:
Aupa Ceci, decidas lo que decidas bien decidio estará.
Ya sabes por donde ando, eh.
Un abrazo (sin remostarte mucho, que no es plan de que tu mi ni yo me odie desde el spa).
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