Ayer te vimos el culete. Y la cabeza. Y cómo te tocabas la nariz... y cómo abrías la boca y la cerrabas. Y no dejaste de moverte durante toda la prueba... rabito de lagartija.
Ayer ya me quedé más tranquila, porque hay días que creo que todo es un cuento y que no hay nada dentro, aunque mi tripa diga todo lo contrario. Acabo de comer lentejas y creo que no voy a llegar a la mesa ni al teclado (si, soy una exagerada, pero me he puesto hasta arriba...).
Ahora me voy a tomar una infusión de manzanilla.
El domingo fuí a misa con Jose, la última del tiempo ordinario, y me gustó que me acompañara, hay fines de semana que no podemos coincidir. Y me gusta sentirme apoyada en ésto también. Y la vida se ve de otro color cuando sabes que el milagro también está dentro de ti.
2 comentarios:
Esa tripa tiene 1/2kg de lentejas y una "pequeñez" rebosando vida por todos los poros.
Comprobar el milagro de la vida debe ser impresionante... Piececillos flotando en tu pequeño universo...
Publicar un comentario