Llevo varias semanas inquieta. La impaciencia es algo que nunca he llevado muy bien en mi forma de ser.
Llevo varias semanas que no sé a dónde quiero llegar con las decisiones que tomo. Quiero ver más allá del día a día y me impaciento... ¿realmente doy frutos que son reconocibles? o mejor, ¿doy frutos?. Necesito conocer mis dones, mis armas, mis capacidades y mis defectos para saber si soy capaz siquiera de dar frutos,... y que luego sean reconocibles, pero eso ya es algo que pertenece a una empresa mucho mayor para la cual necesitaría toda la vida, ¿tengo la paciencia suficiente para ello?.
4 comentarios:
Bueno, el trabajo personal es importante y conocer alguna de las cosas que planteas no lleva toda una vida... Creo que vas por buen camino. El reposo de la oración y la fraternidad va a ir abriendo ventanas y posibilidades... ya lo verás... De todas maneras, puedes plantearte posibilidades para ir dando más pasitos, poco a poco. Muchos besos
Nos entendemos...
Enhorabuena por las páginas. Escribo aquí porque no he encontrado otros datos para contactar. Hay un nuevo sitio, abierto a buenas colaboraciones
www.laicopedia.org
Saludos cordiales
Cecilia, una frase que a mí me ayuda mucho -soy impaciente por naturaleza y quiero verlo todo claro y verlo ¡ya!- es: "tú siembra, no dejes de sembrar... que ya recogerán". ¿Qué quiere decir? que actuemos de la mejor manera posible, con corazón, con ternura, con alegría... y nos olvidemos de resultados... que ¡seguro! dará fruto. Cuando y en quien, no nos corresponde a nosotras saberlo. Eso sólo lo sabe Dios. Un abrazo y tranquila.
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