domingo, 31 de agosto de 2008

Y yo me dejé seducir!

Domingo.
Ayer tuve la buenísima idea de no ir a misa sola. Y Llamé a mi amigo Santi.
La iglesia elegida es la de San Pedro, cerca de su casa y la Palabra de hoy ha sido hermosísima; "Y yo me dejé seducir!".
Sin sentirlo demasiado, creo que voy a ir dejándome llevar más por mis "sensaciones" o... más bien por Sus Susurros. Tengo una antena bien dispuesta aunque de un modelo bastante antiguo que con un poquito de mimo quedará de nuevo, estupenda. Me voy a dejar seducir, voy a dejar que me enamoren, voy a dejar que las cosquillas de lo nuevo se instalen en mi estómago.

Mañana comienza la semana.

sábado, 30 de agosto de 2008

Sábanas


Son las 14.30 h. Entro despacio a la habitación aún sabiendo que te has puesto tapones en los oídos, levanto despacio la persiana para que entren los rayitos de luz y uno de ellos se escapa y se graba en tu espalda, como a fuego. Y te observo.
Podría estar horas y horas mirando la curva de los omóplatos y los hombros, el tatuaje que tienes desde hace tantos años, tan moreno de piel... pero me acerco y me siento a tu lado... y tu respiración suave me invita a tumbarme a tu lado, y volver a dormir como si no lo hubiera hecho en toda la noche. Pero...
Pero aquello con lo que me quedo es con tu despertar, aquello que Dios te ha dado y que es una bendición; con tu cara de niño dormido, los ojos cerrados, apretados para que la luz no te moleste. Y te estiras como un gato, y me sonries sin ni siquiera mirarme. Y ese es sólo uno de los muchos regalos que me das todos los días.
Gracias.