Nochebuena

Este año es la primera Nochebuena que no ceno con mis padres. Se me hace raro, la verdad... y porque también viene mi hermana de Palma de Mallorca a pasar las Navidades con mis padres y estoy deseando verla.

Bueno, después de la tormenta siempre viene la calma y por fin se ve la luz en mi situación laboral, vamos, que he sido designada a un puesto con el que no contaba, pero si ese es mi camino, será porque algo bueno tengo que hacer en él y Bebé ya tiene cuatro meses y una semana. Y de vez en cuando se va notando que le encanta moverse y... las naranjas.

Y la vida transcurre con calma, la ilusión con la que se vive el Adviento no es la misma, claro, y sólo deseo que cuándo tenga que pasar por dificultades, la tranquilidad que ahora tengo me dure para mucho tiempo.

Por eso... feliz Navidad a todos, y también que el año que viene sea benévolo con todos, ya que promete ser durillo.

No comáis mucho...

Decisión

Acaban de darme la noticia que tanto esperaba desde hace dos años. Y de tanto esperarla, y de tanta energía que le he puesto al tema ahora me entra el miedo escénico, junto con ciertos flecos con los que yo no esperaba.

Por eso he decidido salir a la calle, tenía que ir a comprar lotería y al pasar por la calle Agustín de Foxá he visto una iglesia, y he entrado, y he estado reflexionando, hablando con el Padre, sopesando los pros y los contras, tomándome mi tiempo. Y he decidido que cada día es una vida que hay que disfrutar en su momento, no ya el tiempo completo de lo que dura una vida, sino hoy, hoy como día único y distinto.

Sigo pensando que mis ángeles de la guarda, tanto en la tierra como en el cielo, me quieren bien, y bebé, que me ayuda a ver la vida con un optimismo que no es habitual, también.

Hay opciones para luchar por una oportunidad fuera incluso del ámbito en el que durante 10 años he estado trabajando, y voy a jugar mis cartas. Se lo debo a todos y sobretodo, a mi misma.