Benedetti

Otro cielo

No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre faltaría el pájaro en silencio

no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras al fin como es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón

no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobaras que no es tan dificil
siempre te faltaría el pino del crepusculo

eso es por que se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegue al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino.

Genes

Cuándo una se hace o va preparándose para ser madre, de repente, salen los genes de la tuya. Lo inculcado, lo heredado, lo aprendido... lo que he observado.
Si tuviera que elegir una persona a la que admirar siempre, a la que estar agradecida siempre, ... esa sin duda sería mi madre.
Mi mamá.
Siempre al servicio de los demás, siempre con una sonrisa amable, siempre con el silencio que aclara dudas, puesta a mi disposición. Siempre con esa amabilidad que no sé de dónde saca.
Mi mamá.
Con la ropita para Sara. Con un gorrito para Sara. Con un vestidito hecha con sus manos para Sara.
Mi madre. Mi apoyo. Mi ángel.

Y mientras paso de una distracción a otra, permíteme susurrar, de vez en cuando, una palabra de amor hacia Ti.

(Del blog http://reflexionesparatejer.blogspot.com/)

35

35 semanas.

Ya puedo respirar mejor, por lo que imagino que ya estarás bajando hacia dónde tienes que bajar. Duermo poco pero de momento mantengo la calidad del sueño; ya hemos llegado a casi cinco almohadas para poder hacerlo en condiciones.
Me levanto una media de dos veces por la noche.
Tu minicuna está en camino (es que la cuna no cabe en la habitación) y nos falta lavar muy poquita ropa tuya. La mamá de Marian te está haciendo algo a punto de aguja, en color blanco y amarillo para que a tu padre no le dé un soponcio con tanto rosa.
Ahora mismo te estás moviendo con delicadeza, cosa rara en ti, me parece que ya vas teniendo poco sitio ¿verdad?.
Estoy tranquila, sé que vas a nacer cuándo tú lo creas conveniente y te vamos a ayudar en todo lo que podamos para que vengas bien aquí, con nosotros.
Se nota la primavera. Se huele.