sábado, 25 de febrero de 2012

Cuaresma

Vivir un primer embarazo durante Navidad es todo un proceso dulce y esperanzador, vivir un segundo embarazo en Cuaresma tiene un regusto a lucha y a superación. Además, comenzamos el año mal; mi abuela falleció y yo salía de un aborto muy reciente, pero siempre hay una posibilidad redentora y sé que Dios nunca me ha dejado de mirar de frente. Me mira y me observa, y espera mis reacciones, al igual que yo hago con Sara. Pero la diferencia es que Él nunca se enfada por mis "no quiero" o mis "no es justo" o mis "no me apetece". Tengo la sensación de que ese Dios estático, mayestático del Románico está dando paso a un Dios más cercano, más colorido, digno del mejor Renacimiento. 
Estoy escuchando Jesucristo Superstar a todo volumen mientras hago un trabajo de Historia del Arte. Disfrutar de unas horas de trabajo, en calma pero continuas me vienen bien. Y mientras canto, pienso, y pienso mucho. Y pienso en ti, en mi bebé, en que no sé si todo estará yendo bien. En si estarás bien. 
¿Que incertidumbre Dios mío! pero este camino no es fácil, es el que yo he elegido y debo continuar sabiendo que si lo hago, lo hago con todas las consecuencias. 
Hablo contigo pequeño, hablo con Dios... hablo mucho últimamente. 
Comienza la Cuaresma y me debo preparar para ser perdonada y para perdonarme a mi misma, que soy mi principal crítica.