martes, 20 de enero de 2009

SARA

Gracias a Santi he podido saber que tu nombre es de origen hebreo y que significa "Princesa". Y que hoy me has dado la noche de mi vida (la primera ya hasta el infinito y más allá...) con tus patadas, vueltas, piruetas y demás. Hora y media con paciencia infinita hasta que has dejado de corretear por ahí dentro.

Hoy también ha nacido la niña de mi compañera, en dos o tres horas, Leire está en este mundo; rápido, fácil, vamos que ha sido un paseo... qué dos noticias tan buenas en tan poco tiempo!! ¿no creeis que la crisis es menos crisis cuándo tienes la sensación de que el camino se hace día a día y no por balances?.

Hoy quiero dar gracias a Dios, a mi Padre, por todo lo que ésto me está enseñando. Porque la maternidad o paternidad es darlo todo sin peros, incluso más que el matrimonio, y que junto a Jose sé que podremos escribir una bonita historia para nuestra hija. Para la Princesa. Y ya ha comenzado...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La historia de Sara nos rebela que fue una gran mujer no sólo por su belleza, sino también por su carácter y por su gran habilidad en el manejo de situaciones altamente conflictivas. Las Saras tienen en ella un espejo que no ha perdido el brillo a pesar del paso de los siglos. Su nombre fue una premonición de lo que fue su vida. Es lo que tienen derecho a esperar las Saras. ¡Felicidades, princesa!

Anónimo dijo...

Viene pisando fuerte desde los 5 meses en la barriguita de mamá y diciendo ¡¡¡ Aquí estoy Yo !!! Así que ya se puede ir preparando el caballero de la blanca luna que quiera conquistar a esta Princesa...